Mariana Vásquez Hirsch

Psicóloga, astróloga y coach espiritual. Autora de dos libros y creadora de la membresía del Círculo de astromanifestación. Su misión es ayudar a personas a recordar su poder interno y desde ahí vivir una vida alineada con su potencial.

La trampa del Amor Romántico

“Cualquier persona que vuelvas especial te terminará decepcionando de alguna manera. Su ego se terminará iluminando (es un ser humano después de todo), y cuando eso suceda, tú te quedarás frustrado y solo (…) Cuando tu ídolo cae, tú caes con él” ~ Gabrielle Bernstein

 

Si eres una persona nacida en el siglo 21, el paradigma de amor que te han instaurado, casi como un chip ideológico a través de películas, canciones y hasta literatura, es el del amor romántico.

Seamos súper honest@s: Para la mayoría de nosotr@s no importa qué tanto logremos en nuestras vidas, que tantos éxitos profesionales, viajes o posesiones consigamos acumular. Siempre hay una voz en el fondo de nuestra cabeza que nos sigue diciendo que sin una pareja y una familia nuestra vida no está completa. Muchas veces nos sentimos vací@s y hasta un poco fracasad@s si eso no sucede como “debería” y en los tiempos que nos hemos planificado.

Que quede claro que no hay nada de malo en buscar una relación tradicional. Este, como cualquier otro deseo, es válido y digno de manifestación. El deseo por intimidad, amor y compañía es totalmente sano. 

El problema está en cómo buscamos satisfacer este deseo y a costa de qué.

Responde honestamente:

  • ¿Cuánta energía de tu vida te has gastado tratando de forzar que una relación funcione?
  • ¿Cuánta autoestima te ha costado el no sentirte suficientemente______ para esa persona? (la que, al final, se fue, de todas maneras)
  • ¿Cuántas relaciones familiares, amistades, oportunidades de trabajo, tiempo para ti y amor propio has sacrificado en tu lucha por encontrar y mantener el amor de ciertas personas en tu vida?

Sí, lo sé, ¡yo también lo he hecho!

 

AMOR ROMÁNTICO = SEPARACIÓN

Creo que, en parte, el gasto de energía viene de una gran confusión. Al menos, en mi experiencia, siempre encontré un poco extraño que por un lado recibiese mensajes de: “¡Qué lindo que seas tan independiente! ¡Sigue así, cómete al mundo!”, pero por otro me lanzaran miradas de preocupación e hipótesis respecto a por qué estaba siempre “sola” (hipótesis que se convirtieron en hechos conforme llegué a mis 30 años).

Que quede claro que nunca en mi vida he estado sola. Tengo la bendición de siempre haber estado rodeada de amigos maravillosos y encontrar gente genial en, literalmente, donde sea que estuviese. Cuando ellos decían “sola” se referían a que me faltaba un hombre. Como buena hija del patriarcado, inconscientemente internalicé esta sensación de desaprobación por mi supuesta soledad, lo que me llevó a intentar llenar ese mal diagnosticado vacío con personas que realmente no eran las que mi corazón hubiese elegido de sentirse completo.

En lugar de elegir con consciencia, me involucré en relaciones con personas que mi ego consideraba que cumplirían las expectativas familiares y sociales faltantes para tener ese check en la lista.

Todo mal con eso, como te podrás imaginar. Entrar a una relación con la expectativa de usar a una persona para que te dé un estatus hace que, digamos, las cosas no vayan muy bien desde el inicio. En ese momento no lo sabía, pero estaba tratando de ganar aprobación externa, no de generar intimidad, amor o compromiso con la persona en cuestión. Estaba en una constante lucha por formalizar la relación con alguien solo para probar algo, cuando, de hecho, parte del problema es que le tenía un pánico terrible al compromiso (te conté de eso aquí).

 

LA MEDICINA

Dentro de este espiral de intentar llenar vacíos ilusorios, me sentí profundamente aliviada al descubrir el punto de vista del texto metafísico “Un curso de milagros”. En este texto espiritual, al amor romántico se lo define como “amor especial”, pero “especial” no es un término positivo para el curso, ya que significa “separado”. Es decir, es un amor que consideramos mejor o más importante que otros amores.

Y la verdad es que no es amor, sino una suerte de “edulcorante” que nos llena momentáneamente ese vacío inexistente, e inconscientemente confirma que “nos falta alguien” para estar bien. Le damos más importancia a la “relación especial” porque sentimos que la necesitamos para que nos dé lo que nos falta (algo que, en realidad, está siempre dentro de nosotr@s).

En una relación especial ponemos a la otra persona en un pedestal, cual sea que este fuera, y sacrificamos otras relaciones (en especial la que tenemos con nosotras mismas) para poder mantener la aprobación de esa persona. Decimos que sí a lo que en nuestro corazón queremos decir que no, sacrificamos límites, abandonamos a nuestros amigos (especialmente a los que nos confrontan con nuestras verdades) y, lamentablemente, muchas veces aceptamos faltas de respeto hacia nuestro amor propio.

 Amor NO ES.

Luego, cuando la cosa no funciona (como era de esperarse), nos ofendemos y declaramos: “Le di todo y así me pagó”, “El amor, definitivamente, no es para mi”, “Nunca voy a enamorarme de nuevo”. Básicamente, utilizamos el fracaso como excusa para entrar en modo víctima. En ese momento el ego descorcha la botella de champagne porque logró su cometido.

 

EL OTRO CAMINO

“Un curso de milagros” afirma que conforme la humanidad va evolucionando en consciencia, el universo apoya cada vez menos este tipo de vínculos y no permite que duren mucho. Eso explica la cantidad de personas solteras en el mundo, cuestionándose por qué lo que sus padres y abuelos les dijeron que se daría naturalmente no se da para ellas.

Repito lo que dije al inicio: el problema no es que deseamos un amor de película, el problema es que pensamos que, si no lo obtenemos, nuestra vida no está del todo completa. Pensamos, consciente o inconscientemente, que hay una persona ahí afuera que vendrá a hacernos la vida más feliz y sanar nuestras heridas.

El milagro es recordar que somos seres completos y empezar a valorar las relaciones que YA TENEMOS en nuestras vidas, incluyendo la que tenemos con nosotras mismas, y su poder para sanarnos en cada instante de conexión amorosa auténtica.

Tenemos que regular la tendencia que como seres humanos tenemos a pasarnos la vida pensando en lo que nos falta. Esta actitud de carencia solo causa más sensación de carencia, porque recuerda que ahí donde pones tu atención se genera amplificación.

 

SUELTA TU EXPECTATIVA

El gran problema (desde el punto de vista de “Un curso de milagros”) son nuestras expectativas, es decir, lo que esperamos de la otra persona, la agenda que le ponemos. Si estás esperando que una relación te dé algo que según tú no tienes, ten por seguro que estás cayendo en la trampa del amor romántico.

Piénsalo así : Vivir con expectativas es como intentar regar una planta, pero echar el agua fuera de la maceta, esperando que así crezca.

Cuando esperas que alguien venga a “completarte” o a hacerte sentir “más feliz” estás, literalmente, regando fuera de la maceta, dándole tu atención a algo que no existe.

En lugar de eso, prueba nutrir con amor tus relaciones presentes. Lo que nutrimos crece orgánicamente. Si eliges ser tu mejor versión en TODA relación en la que te encuentres, el amor de pareja vendrá sin necesidad de forzar, y en el momento perfecto.

Además, los beneficios de soltar la expectativa por una relación romántica son GIGANTESCOS. Por experiencia te digo que es la mejor sensación del mundo. Para empezar, te das el espacio para invertir en nuevos amores: pasiones, hobbies, relaciones, tu conexión espiritual, viajar, crecer como una persona libre diseñando tu vida a tu manera.

Lo paradójico es que en este estado del ser eres mucho más feliz y, por efecto, mucho más atractiv@.

 

AFIRMACIÓN PARA SOLTAR EXPECTATIVAS DE AMOR ROMÁNTICO

Primero reconoce y conecta con la herida o vacío ilusorio que te hace sentir que necesitas de alguien para ser feliz. Búscalo como una sensación en tu cuerpo (en la mayoría de los casos se siente como un agujero de tristeza en el corazón). Sé muy honesta contigo misma, no te blindes, honra tu experiencia, inhalando y exhalando profundo en esa tristeza, llevando aire a esa zona.

Mientras lo haces, repite las siguientes palabras, con toda la intención que te sea posible:

“Aunque en este momento siento que necesito de otra persona para sentirme plena y completa, estoy dispuesta a dejar ir esa expectativa. Gracias universo por ayudarme a ver mi presente con amor y gratitud. Elijo ser feliz AHORA. Gracias por enseñarme cómo”

 

Espero que este  artículo te ayude a vivir con mayor apertura y libertad en tus relaciones. Ahora, cuéntame: ¿Cuál es tu experiencia con el amor romántico? ¿Qué fue lo que más te ayudó de lo compartido en este artículo?

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2 comentarios

  1. Hola, muy bueno tu artículo la verdad conecto bastante con todo lo que dices y me agrado la recomendación del libro que mencionas, en lo personal he vivido totalmente fuera de contexto en lo que al amor se refiere o al amor real, es un tema muy importante ya que de ahí parte casi todo lo bello en la vida el disfrute y demás, me ha encantado la parte donde mencionas que ese vacío realmente es ilusorio gracias

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