Cuando experimentamos situaciones en las que el miedo toma el control (ataques de ansiedad, depresión, etc.), naturalmente nos sentimos mal porque, en el fondo, sabemos que esa NO ES nuestra verdad. Lo que nos duele es esa brecha entre lo que estamos actuando y quién realmente somos.
Te comparto esta técnica que te ayudará a regresar a tu esencia, a realinearte con tu mejor versión: